La enfermedad mortal de hoy:
Mente Errónea
Completamente intranquila me sentí, cuando por mi mente, miles de recuerdos pasaban fugaces y inseguros. Con gran laxitud fue carcomiendo mis entrañas, buscando entre la carne suave y la sangre roja, un poco de lo que fue la pequeña mariposa que salió del capullo, como si fuese una cárcel horrible, un holocausto judío.
Bastaron mil segundos para lograr sentirte, bastaron más de mil palabras para decirte abiertamente que a pesar de todo, no me arrepentía de mis errores. Pero qué hallé en tu respuesta... sólo el consuelo del tonto que buscaba una ilusión falsa en la lánguida pasividad de una existencia rota.
Detesto cuando siento que mi mente se flagela con facilidad ante el daño externo, odio como cada hecho que no me conforma destruye un ideal de mundo para la posteridad. Qué más podría odiar: Tu presencia inexistente y fatigada que esperaba cada noche una aparición prematura y desenfrenada de cariño.
¿Qué puede ser peor que quererte?
Saber que a pesar del cariño, no te puedo odiar. Y que seguirás en mi sueño, como un insulto a lo que mi alma olvida y mi mente marchita.
Que el prolongado sueño se vuelva eterno y con él, todo un proceso de retrospección, aprenda a odiarte con todas mis fuerzas hasta que te quiera ver lejos.
¿No te da miedo pensar que mañana me arrepienta de quererte?
viernes, agosto 25
domingo, agosto 20
Enfermedades
Para hoy la enfermedad mortal:
INSEGURIDAD
Me pasé la vida imaginando un mundo de maravilla. Creyendo que la luz era el alimento que necesitaba, y que el amor lo podía todo.
Que grave error he cometido, me he engañado sola. Por qué digo esto, porque paso por un periodo de desequilibrio, donde siento confuso el mundo, cambiado todo.
Me hace mal hablar así contigo, lector. Porque no sé quien eres, ni que pensarás de mi. Informalidad es lo que ofrezco, silencio y hermetismo.
Porque es tan fácil como analizar y pensar...
TE HAS PREGUNTADO SI TE ODIO..
MEJOR NO BUSQUES LAS RESPUESTA
TE PODRÍA DESILUSIONAR.
TE HAS PREGUNTADO SI TE QUIERO
NO BUSQUES LA RESPUESTA
SIEMPRE TE HA ESTADO A TUS PIES
La ceguera puede matar, no sólo al hombre-cuerpo, sino al hombre-alma; hombre-mente.
INSEGURIDAD
Me pasé la vida imaginando un mundo de maravilla. Creyendo que la luz era el alimento que necesitaba, y que el amor lo podía todo.
Que grave error he cometido, me he engañado sola. Por qué digo esto, porque paso por un periodo de desequilibrio, donde siento confuso el mundo, cambiado todo.
Me hace mal hablar así contigo, lector. Porque no sé quien eres, ni que pensarás de mi. Informalidad es lo que ofrezco, silencio y hermetismo.
Porque es tan fácil como analizar y pensar...
TE HAS PREGUNTADO SI TE ODIO..
MEJOR NO BUSQUES LAS RESPUESTA
TE PODRÍA DESILUSIONAR.
TE HAS PREGUNTADO SI TE QUIERO
NO BUSQUES LA RESPUESTA
SIEMPRE TE HA ESTADO A TUS PIES
La ceguera puede matar, no sólo al hombre-cuerpo, sino al hombre-alma; hombre-mente.
sábado, agosto 12
Así fue.
Así fue...
La verdad, es que me volví ciega cuando comencé a ver tu cara de sinceridad, tan natural y pura, creyendo que eras un ángel.
Comencé a creer en ángeles, cuando te vi lejos de mi mano, pero cerca de mis sentidos.
Comencé a sentir, cuando el abrazo llegó a mi cuerpo, y sentí que nos estrechamos.
Nos estrechamos una, dos, tres y hasta diez veces, y en cada una, mi nerviosismo aumentó como un volcán en erupción.
Un volcán justo ese día hizo erupción, pero no fue nada trágico.
Trágico fue cuando me sentí lejana al mundo, al calor, al frío, a la inmensidad, al dolor, a la alegría verdadera, a la muerte.
Comencé a morir, cuando se cruzaban cerca de mi, los ángeles.
Comencé a ver ángeles, cuando te conocí.
La verdad, es que me volví ciega cuando comencé a ver tu cara de sinceridad, tan natural y pura, creyendo que eras un ángel.
...Así fue
La verdad, es que me volví ciega cuando comencé a ver tu cara de sinceridad, tan natural y pura, creyendo que eras un ángel.
Comencé a creer en ángeles, cuando te vi lejos de mi mano, pero cerca de mis sentidos.
Comencé a sentir, cuando el abrazo llegó a mi cuerpo, y sentí que nos estrechamos.
Nos estrechamos una, dos, tres y hasta diez veces, y en cada una, mi nerviosismo aumentó como un volcán en erupción.
Un volcán justo ese día hizo erupción, pero no fue nada trágico.
Trágico fue cuando me sentí lejana al mundo, al calor, al frío, a la inmensidad, al dolor, a la alegría verdadera, a la muerte.
Comencé a morir, cuando se cruzaban cerca de mi, los ángeles.
Comencé a ver ángeles, cuando te conocí.
La verdad, es que me volví ciega cuando comencé a ver tu cara de sinceridad, tan natural y pura, creyendo que eras un ángel.
...Así fue
Algo Queda
Durante esta semana comencé y finalicé la lectura de un libro fantástico que me hizo pensar mucho en como soy y que aspectos debería cambiar. Sus mensajes eran tan poderosos y relatados con tal fidelidad que hasta unas pequeñas lágrimas me hicieron derramar. De todo lo que mis ojos observaron creo que una de las más importantes fue sobre el amor.
No pienses que estoy enamorada, aunque así fuera, este amor tiene un relación más allá de lo pasional y emocionalmente vivido, creo que debo mencionarles el título de ello para que comprendan.
Amor Incondicional
Cuantas veces y sin darnos cuenta nos hemos visto (es una metáfora) diciéndole a quienes queremos "pero si yo te quiero, por que no puedes hacer lo que te pido que cambies o quiero tener" o simplemente chantajeando a los papis, amigos o novia (o). Debo reconocer que esta forma no muy frecuente, se manifestó más de alguna vez en mis pedidos cuando era pequeña y ahora siendo grande pidiéndole a quienes más amo, que cambien. Ahora veo que cada uno de esos movimientos, aunque lejos de saber que yo no hacia lo correcto, me hacen sentir culpable de alejamiento a la gente que amo con todo mi corazón. Mencionar que te amo no basta para que la otra persona lo sepa realmente, se necesitan hechos, ya que las palabras se van con el tiempo, cuantas veces le pedí a quienes quiero que cambien o que no sigan con su forma de ser, ya que me desagradaba enormemente. Pero entonces, como podía decir que las (os) amaba si nunca los acepté como son realmente, jamás me di cuenta de eso antes pero ahora sí. Por suerte lo hice a tiempo, y no perdí a quienes quiero. El amor incondicional, no es sólo demostrar el amor a través de palabras, sino que es hacerlo de corazón, con el alma y con gran esfuerzo. Para amar a quienes amo, debo amarme primero, sino yo no conozco el significado de amar. Tú eres la principal base para querer a otros, si tú logras eso creo que estas lista para amar a quienes dices amar. Pero ¿Cómo sabes que amas? Creo que con el tiempo la respuesta me la he dado sola y ha permanecido frente a mis pies desde entonces sin saberlo, yo amo a otros cuando acepto sus defectos y no me esfuerzo por cambiarlos, a no ser de que quien amo se esté afectando y le haga mal y él esté en pleno conocimiento de ello. No pretenderé que tú te parezcas a mi, criticándote día a día lo que haces y como lo haces poniendo de ejemplo a otras personas, para compararte. Creo que si yo me acerqué a ti fue por que me gusta como eres, si sigo hablando contigo es porque acepte sin condiciones tu amor. Tampoco debo esperar nada a cambio, aunque el sentirse amado sea la situación más gratificante que exista. Si te quiero es por que mi corazón se enamoró de una parte tuya, seas hombre o mujer. Logramos tener temas comunes, y aunque existen los silencios, esos momentos los disfrutamos por el simple hecho de quererte y disfrutar cada momento que tengo para compartirlo contigo. Si tú no me amas, bueno, no por ese motivo yo dejaré de quererte, lo sentiré como una herida, pero que en cierto modo ayudé a provocar, lo que es tú, seguramente no me querrás de la noche a la mañana pero se que vives y eso me pone feliz, quizás tú no me quieras nunca pero bueno, la vida no esta fabricada para que todos se amen, sino que todos vivan en armonía. Si quieres amar sigue los pasos que están a continuación.
Ámate
Aprende a querer
Quiere
Ama
Si peleas, aprende a dejar el orgullo, y se humilde, las relaciones son complejas y no se solucionara con magia.
Perdona
Reconcíliate lo antes posible, si es que no puedes evitar discutir a cada instante
Acéptate y acéptalos
Vive la vida con armonía.
Ojalá, y puedan contemplar y vivir en plena armonía la magia del amor.
Para quienes quiero, de tu amiga Vivi
No pienses que estoy enamorada, aunque así fuera, este amor tiene un relación más allá de lo pasional y emocionalmente vivido, creo que debo mencionarles el título de ello para que comprendan.
Amor Incondicional
Cuantas veces y sin darnos cuenta nos hemos visto (es una metáfora) diciéndole a quienes queremos "pero si yo te quiero, por que no puedes hacer lo que te pido que cambies o quiero tener" o simplemente chantajeando a los papis, amigos o novia (o). Debo reconocer que esta forma no muy frecuente, se manifestó más de alguna vez en mis pedidos cuando era pequeña y ahora siendo grande pidiéndole a quienes más amo, que cambien. Ahora veo que cada uno de esos movimientos, aunque lejos de saber que yo no hacia lo correcto, me hacen sentir culpable de alejamiento a la gente que amo con todo mi corazón. Mencionar que te amo no basta para que la otra persona lo sepa realmente, se necesitan hechos, ya que las palabras se van con el tiempo, cuantas veces le pedí a quienes quiero que cambien o que no sigan con su forma de ser, ya que me desagradaba enormemente. Pero entonces, como podía decir que las (os) amaba si nunca los acepté como son realmente, jamás me di cuenta de eso antes pero ahora sí. Por suerte lo hice a tiempo, y no perdí a quienes quiero. El amor incondicional, no es sólo demostrar el amor a través de palabras, sino que es hacerlo de corazón, con el alma y con gran esfuerzo. Para amar a quienes amo, debo amarme primero, sino yo no conozco el significado de amar. Tú eres la principal base para querer a otros, si tú logras eso creo que estas lista para amar a quienes dices amar. Pero ¿Cómo sabes que amas? Creo que con el tiempo la respuesta me la he dado sola y ha permanecido frente a mis pies desde entonces sin saberlo, yo amo a otros cuando acepto sus defectos y no me esfuerzo por cambiarlos, a no ser de que quien amo se esté afectando y le haga mal y él esté en pleno conocimiento de ello. No pretenderé que tú te parezcas a mi, criticándote día a día lo que haces y como lo haces poniendo de ejemplo a otras personas, para compararte. Creo que si yo me acerqué a ti fue por que me gusta como eres, si sigo hablando contigo es porque acepte sin condiciones tu amor. Tampoco debo esperar nada a cambio, aunque el sentirse amado sea la situación más gratificante que exista. Si te quiero es por que mi corazón se enamoró de una parte tuya, seas hombre o mujer. Logramos tener temas comunes, y aunque existen los silencios, esos momentos los disfrutamos por el simple hecho de quererte y disfrutar cada momento que tengo para compartirlo contigo. Si tú no me amas, bueno, no por ese motivo yo dejaré de quererte, lo sentiré como una herida, pero que en cierto modo ayudé a provocar, lo que es tú, seguramente no me querrás de la noche a la mañana pero se que vives y eso me pone feliz, quizás tú no me quieras nunca pero bueno, la vida no esta fabricada para que todos se amen, sino que todos vivan en armonía. Si quieres amar sigue los pasos que están a continuación.
Ámate
Aprende a querer
Quiere
Ama
Si peleas, aprende a dejar el orgullo, y se humilde, las relaciones son complejas y no se solucionara con magia.
Perdona
Reconcíliate lo antes posible, si es que no puedes evitar discutir a cada instante
Acéptate y acéptalos
Vive la vida con armonía.
Ojalá, y puedan contemplar y vivir en plena armonía la magia del amor.
Para quienes quiero, de tu amiga Vivi
Corre mi cielo, corre/Poema al mar
Las canciones románticas me cansaron, son tan extrañas. Esa gente que aún cree en las canciones de amor, su locura por amar.
El nuevo amanecer me espera, y corre como el rayo. Sé que ya no quieres estar aquí, ni yo quiero que lo estés para tu desdicha.
·············································
Te dejó libre, por eso corre mi cielo, corre... corre ahora.
CORRE MI CIELO, CORRE.
Ni tú ni yo queremos que nos pille el amanecer juntos, vete donde el grito de tu voz no la escuche ni la distinga.
Tú voz aún me hiere por eso corre mi cielo, corre... corre ahora.
········································································
El frio de mi casa se vuelve intenso, quizás es tu ausencia o la llegada del invierno. Mi corazón todavía guarda calor.
Nunca vi hielo en las paredes de mi habitación, pero se ve magnífico. Prometí decir eso, creo que ahora estaré bien, lo estoy. Ya no hay lágrimas que secar ni pañuelos húmedos que botar.
····················································
Corre mi cielo, corre... corre ahora.
CORRE MI CIELO, CORRE.
Andate donde tu voz se pierda por completo, como un disparo. Que el sol no te encuentre en mi cama al alba, eso me hará mal, MUY MAL.
CORRE MI CIELO, CORRE.
Busca un nuevo lugar.
O VUELA MI ANGEL, VUELA LEJOS.
Corre mi cielo, corre... corre ahora.
Quiero perderte en la madrugada, antes de la luz. De lo claro entre ambos.
CORRE MI CIELO, CORRE.
CORRE MUY RÁPIDO, FRENTE A MIS OJOS.
CORRE... CORRE. ALÉJATE PRONTO.
CORRE MI CIELO, CORRE.
**************************************************
Cierro los ojos y la brisa choca en mi cara,
el agua con su gran espectáculo
de armónicos sonidos,
el oceano en su gran esplendor,
te ofrece sumergirte en él
y vivir en él.
En su cristalina fuente,
en su engañador color;
siento que más allá hay una gran roca
que como firme muralla
ejerce resistencia al poder natural y mágico;
las olas se inquietan,
parecen palabras de auxilio,
de perdón
y dolor.
Finalmente llegan a su orilla
como suspiros
de tranquilidad fingida,
y como un letargo se vuelven,
regresan al húmedo regaso
y todo es como si nada.
Un nuevo fulgor
de mediático sonido
rompe con el silencio de la nada.
Qué fantasiosa es la mar,
con su juego
de ondeadas curvas
desenfrenadas por llegar.
Qué locura es ésta,
la majestuosa gala
de la naturaleza más pura
e innata.
Tanto desconocido
ocultas profundidad total,
ni el más valiente humano
ni la sirena más aventurada
se atreverá a encontrar.
2006/ Mar Soñada.
El nuevo amanecer me espera, y corre como el rayo. Sé que ya no quieres estar aquí, ni yo quiero que lo estés para tu desdicha.
·············································
Te dejó libre, por eso corre mi cielo, corre... corre ahora.
CORRE MI CIELO, CORRE.
Ni tú ni yo queremos que nos pille el amanecer juntos, vete donde el grito de tu voz no la escuche ni la distinga.
Tú voz aún me hiere por eso corre mi cielo, corre... corre ahora.
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El frio de mi casa se vuelve intenso, quizás es tu ausencia o la llegada del invierno. Mi corazón todavía guarda calor.
Nunca vi hielo en las paredes de mi habitación, pero se ve magnífico. Prometí decir eso, creo que ahora estaré bien, lo estoy. Ya no hay lágrimas que secar ni pañuelos húmedos que botar.
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Corre mi cielo, corre... corre ahora.
CORRE MI CIELO, CORRE.
Andate donde tu voz se pierda por completo, como un disparo. Que el sol no te encuentre en mi cama al alba, eso me hará mal, MUY MAL.
CORRE MI CIELO, CORRE.
Busca un nuevo lugar.
O VUELA MI ANGEL, VUELA LEJOS.
Corre mi cielo, corre... corre ahora.
Quiero perderte en la madrugada, antes de la luz. De lo claro entre ambos.
CORRE MI CIELO, CORRE.
CORRE MUY RÁPIDO, FRENTE A MIS OJOS.
CORRE... CORRE. ALÉJATE PRONTO.
CORRE MI CIELO, CORRE.
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Cierro los ojos y la brisa choca en mi cara,
el agua con su gran espectáculo
de armónicos sonidos,
el oceano en su gran esplendor,
te ofrece sumergirte en él
y vivir en él.
En su cristalina fuente,
en su engañador color;
siento que más allá hay una gran roca
que como firme muralla
ejerce resistencia al poder natural y mágico;
las olas se inquietan,
parecen palabras de auxilio,
de perdón
y dolor.
Finalmente llegan a su orilla
como suspiros
de tranquilidad fingida,
y como un letargo se vuelven,
regresan al húmedo regaso
y todo es como si nada.
Un nuevo fulgor
de mediático sonido
rompe con el silencio de la nada.
Qué fantasiosa es la mar,
con su juego
de ondeadas curvas
desenfrenadas por llegar.
Qué locura es ésta,
la majestuosa gala
de la naturaleza más pura
e innata.
Tanto desconocido
ocultas profundidad total,
ni el más valiente humano
ni la sirena más aventurada
se atreverá a encontrar.
2006/ Mar Soñada.
Sistema Solar
Cuenta la leyenda de una pequeña niña que crecía junto a los cometas. Pasaba la noche mirando las estrellas con gran detención y sigilo, como embobada por ellas. Vio cada estrella fugaz pasar, a su lado como si no existiera, la niña sólo la seguía hasta que se perdía en el norte, como siempre pasaba en las noches.
Entre todos los brillos de la noche, era una la que le robaba un suspiro, no dejaba de observarla, intensa y silenciosamente, la estrella le hizo sus más grandes demostraciones, lucía su gran luz como si la quisiera impresionar.
Una noche, la estrella adorada se cubrió de nubes, y los ojos de la pequeña no la pudieron alcanzar. Solamente había sombras y escasos rayos de luna que se esfumaban antes de alumbrar el suelo.
La niña dejó de crecer sin su estrella, y pasó la noche esperando por ella. Su piel pálida se quedó y se secó como una flor. Siguió esperando en un sillón, se llenó de telas de arañas y su ropita se apolilló, dejándola haraposa y vieja. Toda malgastada.
Pasaron ocho meses desde que la estrella se perdió, y esta volvió a nacer, con poca luz y más debajo de lo habitual. Ella también dejó de crecer sin su niñita querida, la única que la contemplaba fielmente cada noche, le acompañaba en su larga espera y es su fatiga de madrugada.
Cuando la estrellita salió no reconoció a su muchacha, logró ver a una haraposa mendiga que en un sillón esperaba. Claramente la confundió, y con su más potente destelló la expulsó. - ¡Tú no eres la niña que conocí; ella era bella, con labios de rubí. Sus ojitos cristalinos me hacían brillar con tanto poder, que no has de imaginar! Así que ándate niña, que ocupas su lugar, se lo he reservado a ella para verme relumbrar-.
La niña recobró el habla con un rápido actuar, y se quedó inmutada por las palabras que escuchó, pensó “esa no es mi adorada estrella, la que conocí yo”. Y con un suspiro le comenzó a narrar que había esperado por ella, sin moverse ni dormitar. – Estrellita he esperado por ti, sin salirme del sillón, me he cubierto de arañas y un oscuro polvo ya me tapó, ahora me dices eso como sí yo no existiera más, soy la misma niña que te ha de adorar-. La estrellita sorprendida por la respuesta, callada se quedó, no supo si decir lo siento o seguir con su opción. Y le dijo así – Mira mi niña, yo te amé cuando bella estabas, pero ahora con harapos, ni sombra de ella está. Buscaré una nueva chica que me quiera contemplar, alguien que sea linda y joven, y que pueda valorar. Sale de ese sillón que para ella reservado está. Tú ya no eres esa chica que me ha de mirar-.
La niña triste se cambió de lugar, llorando como nunca, hacía el lado.
Allí vio otra estrella que lloraba también, porque ninguna niña linda la quería observar.
A los meses después, amigas estas eran ya. Reían y se querían como de toda la vida. Un día la niña fue a ver a quien una vez fue su admiración, a vio sola y perdida, sin compañía.
- ¿Qué te pasa estrellita?- preguntó la niña. La estrella le respondió entre suspiros y llantos que a ella la abandonó, una muchacha muy linda que sólo su brillo quería, y como a ella se le acabó, la niña la abandonó.
- Pobre estrella, que mala suerte has tenido, has escupido al cielo y a ti misma te ha caído. Me dejaste por tener harapos, estar sucia y fea, mientras yo te esperaba con mucha entrega. Me cambiaste por otra, y ella te ha dejado. Ahora yo tengo mi lucerito que me alumbra en el desamparo.- La estrella arrepentida de su arrebato, le pidió perdón y le suplicó que volviera a su lado. La niña aceptó las disculpas pero no accedió a regresar. –Tú eres una estrella mala, que tristeza me hizo sentir, no puedo volver contigo, ya se que he de sufrir. Que busques una nueva chica que te ame de verdad. Yo encontré a mi lucecita que me ama sin dudar-.
La niña creció y creció, y la estrella frívola se esfumó. La luz de la estrella buena creció con la niña y ahora es un sistema, con la estrella más hermosa, El Sol.
Cada noche una estrella espera por ella, y cada noche una niña muere por verla.
Gracias
Entre todos los brillos de la noche, era una la que le robaba un suspiro, no dejaba de observarla, intensa y silenciosamente, la estrella le hizo sus más grandes demostraciones, lucía su gran luz como si la quisiera impresionar.
Una noche, la estrella adorada se cubrió de nubes, y los ojos de la pequeña no la pudieron alcanzar. Solamente había sombras y escasos rayos de luna que se esfumaban antes de alumbrar el suelo.
La niña dejó de crecer sin su estrella, y pasó la noche esperando por ella. Su piel pálida se quedó y se secó como una flor. Siguió esperando en un sillón, se llenó de telas de arañas y su ropita se apolilló, dejándola haraposa y vieja. Toda malgastada.
Pasaron ocho meses desde que la estrella se perdió, y esta volvió a nacer, con poca luz y más debajo de lo habitual. Ella también dejó de crecer sin su niñita querida, la única que la contemplaba fielmente cada noche, le acompañaba en su larga espera y es su fatiga de madrugada.
Cuando la estrellita salió no reconoció a su muchacha, logró ver a una haraposa mendiga que en un sillón esperaba. Claramente la confundió, y con su más potente destelló la expulsó. - ¡Tú no eres la niña que conocí; ella era bella, con labios de rubí. Sus ojitos cristalinos me hacían brillar con tanto poder, que no has de imaginar! Así que ándate niña, que ocupas su lugar, se lo he reservado a ella para verme relumbrar-.
La niña recobró el habla con un rápido actuar, y se quedó inmutada por las palabras que escuchó, pensó “esa no es mi adorada estrella, la que conocí yo”. Y con un suspiro le comenzó a narrar que había esperado por ella, sin moverse ni dormitar. – Estrellita he esperado por ti, sin salirme del sillón, me he cubierto de arañas y un oscuro polvo ya me tapó, ahora me dices eso como sí yo no existiera más, soy la misma niña que te ha de adorar-. La estrellita sorprendida por la respuesta, callada se quedó, no supo si decir lo siento o seguir con su opción. Y le dijo así – Mira mi niña, yo te amé cuando bella estabas, pero ahora con harapos, ni sombra de ella está. Buscaré una nueva chica que me quiera contemplar, alguien que sea linda y joven, y que pueda valorar. Sale de ese sillón que para ella reservado está. Tú ya no eres esa chica que me ha de mirar-.
La niña triste se cambió de lugar, llorando como nunca, hacía el lado.
Allí vio otra estrella que lloraba también, porque ninguna niña linda la quería observar.
A los meses después, amigas estas eran ya. Reían y se querían como de toda la vida. Un día la niña fue a ver a quien una vez fue su admiración, a vio sola y perdida, sin compañía.
- ¿Qué te pasa estrellita?- preguntó la niña. La estrella le respondió entre suspiros y llantos que a ella la abandonó, una muchacha muy linda que sólo su brillo quería, y como a ella se le acabó, la niña la abandonó.
- Pobre estrella, que mala suerte has tenido, has escupido al cielo y a ti misma te ha caído. Me dejaste por tener harapos, estar sucia y fea, mientras yo te esperaba con mucha entrega. Me cambiaste por otra, y ella te ha dejado. Ahora yo tengo mi lucerito que me alumbra en el desamparo.- La estrella arrepentida de su arrebato, le pidió perdón y le suplicó que volviera a su lado. La niña aceptó las disculpas pero no accedió a regresar. –Tú eres una estrella mala, que tristeza me hizo sentir, no puedo volver contigo, ya se que he de sufrir. Que busques una nueva chica que te ame de verdad. Yo encontré a mi lucecita que me ama sin dudar-.
La niña creció y creció, y la estrella frívola se esfumó. La luz de la estrella buena creció con la niña y ahora es un sistema, con la estrella más hermosa, El Sol.
Cada noche una estrella espera por ella, y cada noche una niña muere por verla.
Gracias
Me cansé
Ahora podría mirarte a los ojos, decirte sinceramente:
Me cansaste. Me cansé de mi propio ser.
Me cansé de pensar, de creer en alguien que no me supo amar, que no supo hacerlo cuando pudo, cuando el tiempo lo permitió.
Me cansé de esperar que actúes más allá de lo que la lógica lo permite, esperé tanto una locura tuya que me dormí en la espera. Sé que yo también provoqué el cansancio, pero me cansé de pensar que siempre tuve que ver en eso. Me cansé de perdonarte, creo que llegué más allá de mi límite, más allá del límite de la amistad, más allá de la del querer.
Me cansé de pensar que habrá un mañana para los dos, que habrá un mañana para el futuro. De que mañana te podré ver, y que todo estará bien, como alguna vez lo soñamos. Me cansé de esperar por ti y tu ridícula aclaración. Ya no puedo esperar, no puedo vivir en eso, no quiero. ¿Pensaste en mí, cuando viviste por ti? No lo creo. ¿Me preguntaste que sentía en ese momento? ¿Qué ocurría conmigo, contigo, con el mundo, con tu entorno?
Cómo pude ser tan ciega y no ver que caí en una trampa ingenua de manipulación ambigua y destructiva. Sí, como lo lees. Así fue tu actitud, tu forma de ser… mi forma de tomar las cosas, de manejar la situación.
Maldición, agoté más de la mitad de mi tiempo en querer decirte esto a los ojos. Y aún no lo hago, creo que gastaré todas mis energías en decírtelo.
Me cansé de escribir, me cansé de pensar en ti, en tus palabras, tus actitudes. Pero aún no logro borrar los recuerdos, porque mi memoria es como un diario de vida, y cada página tiene tu nombre, en cada página sale tu trabajo, tu daño y tu encuentro.
Cuando un día te tenga frente a mí, te lo diré todo, no callaré nada. Te lo juro, y me tendrás que oír. Y de seguro te arrepentirás de mucho, pero será tarde y lo lamento por ti.
Ya no te perdonaré, aunque en el fondo siempre te querré, tú lo sabes, yo lo sé, el mundo lo sabrá.
Anónimo.
Me cansaste. Me cansé de mi propio ser.
Me cansé de pensar, de creer en alguien que no me supo amar, que no supo hacerlo cuando pudo, cuando el tiempo lo permitió.
Me cansé de esperar que actúes más allá de lo que la lógica lo permite, esperé tanto una locura tuya que me dormí en la espera. Sé que yo también provoqué el cansancio, pero me cansé de pensar que siempre tuve que ver en eso. Me cansé de perdonarte, creo que llegué más allá de mi límite, más allá del límite de la amistad, más allá de la del querer.
Me cansé de pensar que habrá un mañana para los dos, que habrá un mañana para el futuro. De que mañana te podré ver, y que todo estará bien, como alguna vez lo soñamos. Me cansé de esperar por ti y tu ridícula aclaración. Ya no puedo esperar, no puedo vivir en eso, no quiero. ¿Pensaste en mí, cuando viviste por ti? No lo creo. ¿Me preguntaste que sentía en ese momento? ¿Qué ocurría conmigo, contigo, con el mundo, con tu entorno?
Cómo pude ser tan ciega y no ver que caí en una trampa ingenua de manipulación ambigua y destructiva. Sí, como lo lees. Así fue tu actitud, tu forma de ser… mi forma de tomar las cosas, de manejar la situación.
Maldición, agoté más de la mitad de mi tiempo en querer decirte esto a los ojos. Y aún no lo hago, creo que gastaré todas mis energías en decírtelo.
Me cansé de escribir, me cansé de pensar en ti, en tus palabras, tus actitudes. Pero aún no logro borrar los recuerdos, porque mi memoria es como un diario de vida, y cada página tiene tu nombre, en cada página sale tu trabajo, tu daño y tu encuentro.
Cuando un día te tenga frente a mí, te lo diré todo, no callaré nada. Te lo juro, y me tendrás que oír. Y de seguro te arrepentirás de mucho, pero será tarde y lo lamento por ti.
Ya no te perdonaré, aunque en el fondo siempre te querré, tú lo sabes, yo lo sé, el mundo lo sabrá.
Anónimo.
A Salto!
"Debo admitir que todo es muy distinto sin ti ...", sonaba la canción en la radio, en la tv y la computadora. Una especie de evento predeterminado que no sólo se podía interpretar como algo divino, sino también como una coartada perfecta para el crimen más dramático que se podía descubrir.
Nada de eso ocurrió, no aún.
La mañana fría salía con fuerza, el débil sol se perdió tras la niebla espesa. Juneth dormía junto a su marido, tranquila aún, ya que las 6:30 de la mañana no sonaban en el reloj. Karina, la hija de la pareja, vivía en un sueño hermoso de princesas y hadas. Todo perfecto, quizás el sueño más lindo que pudo tener; ella vestía un traje rosa, largo y amplio, y caminaba por un prado de flores bellas... en el horizonte pudo divisar a su príncipe, vestido con un elegante traje azul, y montado sobre un caballo blanco. Escuchó el rechinar del animal, y el príncipe se acercó a ella. Bajo de su corcel, se aproximó, quedando junto a su oído. La niña lo miró, y él a ella. Subió la mano, y acarició la mejilla de Karina, y luego le tapó la boca con mucha fuerza. El sueño había terminado, ahora un sujeto desconocido la amenazaba con un cuchillo y le tapaba la boca con ira.
El abrir de la puerta en la habitación de la niña, despertó a Juneth, quien alarmada se levantó y fue a ver que ocurría. Al encontrarse cara a cara con el asaltante y la niña, se quedó inmóvil. El sujeto la agarró por la espalda y con una pistola, le amenazo de muerte si gritaba.
El maleante las tuvo secuestradas en la habitación de la pequeña por mas de 4 horas, y aún faltaban dos para que el despertador cumpliera su función y sacara a Rubén, de su estado inconsciente, adormecido.
¿Alguien sabrá de todo lo que ocurre?
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Es silencio, congelando la sangre de las víctimas, el frío destruyendo las esperanzas de vida. Todo estaba mal, por el suelo, igual que la dignidad de las mujeres. Sin que aún sonara el despertador en la habitación del fondo, donde el marido estaba rendido en los brazos de Morfeo, en el cansancio ya consumido. Rubén sentía el lado en donde dormía su mujer, frío.
Algo extraño lo hizo bajar de su cama y ver donde estaba su amada, recorrió toda la casa, sin entrar aun al cuarto de la niña, donde Juneth permanecía boca abajo sobre la cama, y Karina temblando de miedo en el rincón de esta última. La mujer había sido maniatada y ultrajada por el asaltante, la niña vio todo, inmutada y destruida por las imágenes.
Rubén, buscó dentro de la habitación de la niña, inició su recorrido por el suela, donde todo estaba en el suelo, con dos pisas de barro espeso, grandes y extrañas, siguió observando, y observo tres siluetas, una sobre la cama, de espalda al parecer, una en un rincón de la cama y finalmente un sujeto, aparentemente hombre, delante de la primera figura, desviando su mirada hacía el umbral, viendo al nuevo sujeto que se unía a la historia.
El malhechor se abalanzó sobre Rubén, quien lo golpeó con fuerza en el vientre tirándolo al suelo. Luego se fue donde su mujer y la sentó sobre la cama, la abrazó y acerco a su hija Karina. El asaltantes se repuso y con la pistola, encañonó al marido, Juneth gritó son control y cubrió a su hija, la puso contra su pecho y la dejó allí.
Los dos hombres comenzaron a pelear, un ir y venir de golpes, hasta que Rubén cae al suelo e inicia una sacudida de golpes, patadas sobre su tórax, cara, piernas, todas partes. Juneth no pudo contener la ira, y atacó por la espalda al hombre. Mala jugada, éste utilizó su cuchillo y la apuñaló, justo en el seno derecho. La tiró al suelo también, partiendo con el ritual de golpes.
Karina, muda y casi sin respirar vio todo, cada momento. Hasta que en la habitación del fondo, sonó el despertador. El sonido puso nervioso al ladrón, y comenzó con golpes muy atolondrados que hicieron que cayera su pistola, sin tener conocimientos de lo ocurrido. La niña tomó el arma y lo amenazó con un grito, más bien de heroína que de una frágil pequeña de no más de 11 años. Es asaltante se rió, y se aproximo a ella, con claras intenciones de querer violarla y darle muerte luego.
Empuñó el revolver y se la apegó al pecho, el hombre se le acercó y la abrazó, de fondo se escuchaba el inicio de una canción.
Un disparó distorsionó la música, y Karina cayó a la cama con el cuerpo inerte de su victimario.
"Debo admitir que todo es muy distinto sin ti ...", sonaba la canción en la radio, en la TV y la computadora. La alarma anunciaba las 6:30 y el A saltó! Más curioso.
Una niña y un muerto en la cama, y los padres tirados en el suelo, sin poder caminar.
Nada de eso ocurrió, no aún.
La mañana fría salía con fuerza, el débil sol se perdió tras la niebla espesa. Juneth dormía junto a su marido, tranquila aún, ya que las 6:30 de la mañana no sonaban en el reloj. Karina, la hija de la pareja, vivía en un sueño hermoso de princesas y hadas. Todo perfecto, quizás el sueño más lindo que pudo tener; ella vestía un traje rosa, largo y amplio, y caminaba por un prado de flores bellas... en el horizonte pudo divisar a su príncipe, vestido con un elegante traje azul, y montado sobre un caballo blanco. Escuchó el rechinar del animal, y el príncipe se acercó a ella. Bajo de su corcel, se aproximó, quedando junto a su oído. La niña lo miró, y él a ella. Subió la mano, y acarició la mejilla de Karina, y luego le tapó la boca con mucha fuerza. El sueño había terminado, ahora un sujeto desconocido la amenazaba con un cuchillo y le tapaba la boca con ira.
El abrir de la puerta en la habitación de la niña, despertó a Juneth, quien alarmada se levantó y fue a ver que ocurría. Al encontrarse cara a cara con el asaltante y la niña, se quedó inmóvil. El sujeto la agarró por la espalda y con una pistola, le amenazo de muerte si gritaba.
El maleante las tuvo secuestradas en la habitación de la pequeña por mas de 4 horas, y aún faltaban dos para que el despertador cumpliera su función y sacara a Rubén, de su estado inconsciente, adormecido.
¿Alguien sabrá de todo lo que ocurre?
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Es silencio, congelando la sangre de las víctimas, el frío destruyendo las esperanzas de vida. Todo estaba mal, por el suelo, igual que la dignidad de las mujeres. Sin que aún sonara el despertador en la habitación del fondo, donde el marido estaba rendido en los brazos de Morfeo, en el cansancio ya consumido. Rubén sentía el lado en donde dormía su mujer, frío.
Algo extraño lo hizo bajar de su cama y ver donde estaba su amada, recorrió toda la casa, sin entrar aun al cuarto de la niña, donde Juneth permanecía boca abajo sobre la cama, y Karina temblando de miedo en el rincón de esta última. La mujer había sido maniatada y ultrajada por el asaltante, la niña vio todo, inmutada y destruida por las imágenes.
Rubén, buscó dentro de la habitación de la niña, inició su recorrido por el suela, donde todo estaba en el suelo, con dos pisas de barro espeso, grandes y extrañas, siguió observando, y observo tres siluetas, una sobre la cama, de espalda al parecer, una en un rincón de la cama y finalmente un sujeto, aparentemente hombre, delante de la primera figura, desviando su mirada hacía el umbral, viendo al nuevo sujeto que se unía a la historia.
El malhechor se abalanzó sobre Rubén, quien lo golpeó con fuerza en el vientre tirándolo al suelo. Luego se fue donde su mujer y la sentó sobre la cama, la abrazó y acerco a su hija Karina. El asaltantes se repuso y con la pistola, encañonó al marido, Juneth gritó son control y cubrió a su hija, la puso contra su pecho y la dejó allí.
Los dos hombres comenzaron a pelear, un ir y venir de golpes, hasta que Rubén cae al suelo e inicia una sacudida de golpes, patadas sobre su tórax, cara, piernas, todas partes. Juneth no pudo contener la ira, y atacó por la espalda al hombre. Mala jugada, éste utilizó su cuchillo y la apuñaló, justo en el seno derecho. La tiró al suelo también, partiendo con el ritual de golpes.
Karina, muda y casi sin respirar vio todo, cada momento. Hasta que en la habitación del fondo, sonó el despertador. El sonido puso nervioso al ladrón, y comenzó con golpes muy atolondrados que hicieron que cayera su pistola, sin tener conocimientos de lo ocurrido. La niña tomó el arma y lo amenazó con un grito, más bien de heroína que de una frágil pequeña de no más de 11 años. Es asaltante se rió, y se aproximo a ella, con claras intenciones de querer violarla y darle muerte luego.
Empuñó el revolver y se la apegó al pecho, el hombre se le acercó y la abrazó, de fondo se escuchaba el inicio de una canción.
Un disparó distorsionó la música, y Karina cayó a la cama con el cuerpo inerte de su victimario.
"Debo admitir que todo es muy distinto sin ti ...", sonaba la canción en la radio, en la TV y la computadora. La alarma anunciaba las 6:30 y el A saltó! Más curioso.
Una niña y un muerto en la cama, y los padres tirados en el suelo, sin poder caminar.
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