Yo jamás le mentiría respecto a esto. Es más, quisiera hacerlo para hacerlo sentir mejor, pero lo lamento, no puedo.
Ni usted, ni mi madre, ni el señor que maneja esta micro son lo que creyeron ser. Les pintaron un cuadro con colores deslavados diciendo que eran ustedes los que veían mal y se lo creyeron completamente.
Nunca dudaron, solo se esmeraron en tener lo que otros se jactaban tener. Pusieron a disposición de otros, años de vida, salud, felicidad y esfuerzo para tener lo que tienen, pero la verdad es que nunca fueron suyos. Parte de su tiempo fue destinado a vivir para costear todo, menos su propia vida.
El caballero sentado detrás del chofer cree hasta el día de hoy que le dejó un futuro radiante a su hijo, pero su hijo sentado a su lado le quedan 28 años para terminar de pagar su futuro.
O la señora sentada junto a usted, cree que ese techo que la ampara es de ella, pero aún le quedan 15 años y más le vale pagar todo a tiempo, porque sino esos 15 años ya pagados serán en vano.
Si ves a la pareja de ella, ellos parecen tranquilos. Usted pensará que por ser jóvenes, o más que usted, sin ánimo de ofender claro, ellos tendrán su vida resulta, han podido viajar y por lo visto tienen dinero hasta para tener el último modelo de celular, sin embargo ese viaje aún le faltan 18 cuotas, que para cuando terminen, ya estarán pagando otro nuevo recuerdo. Y para qué decir esos celulares. No son de ellos, son prestados, y demorarán casi lo mismo que ese viaje en ser de ellos, aunque para entonces ya estarán obsoletos.
Yo también, lo creí. Lo digo con algo de vergüenza, pero debo asumirlo. También creí que era uno de ellos pero no sé como ni cuando me di cuenta que no existía esa categoría. No le gusta como suena pero es verdad, es una categoría, un estatus, un piso mental que te da tranquilidad.
La palabra media, te anuncia que no estás ni por encima ni por debajo de algo. Que no eres parte de ese desagradable círculo elitista, pero tampoco eres parte de ese vulnerable segmento que pasa miserias. Ser de la media, no te hace resaltar ni ser mediocre, aunque esta última palabra se parezca, y aunque el último tiempo hemos vivido al límite de ello. Ser de la media te hace creer que eres afortunado, esforzado y además buena persona. Te hace pensar que quizás, algún día podrás vivir sin preocupaciones y disfrutarás de tus frutos. Que todo el esfuerzo dado para otro valdrá la pena, y pasarás tu vejez en tranquilidad y paz.
La clase que jamás se rinde, es empeñosa, lucha y merece todo el apoyo pero en realidad, no es prioridad. La que no necesita registro social pero tampoco es considerada pudiente. ¿Le suena eso? Es lo que le han hecho creer todo este tiempo, y a mi también señor. No se sienta mal por eso. Eso no lo hace ser tonto, no lo hace ser mediocre, no lo hace ser de la media.
Ahora, si habiendo dicho esto, usted señor, señora, mi mamá, el chofer de esta micro, la pareja que va sentada allá, el padre con su hijo tras el chofer, la señora que está sentada junto a usted, y ahora el vendedor de lápices que subió hace 10 minutos, y que lamento, no lo he dejado vender un solo lápiz, si ahora, después de mostrarle de esta forma las cosas, usted sigue pensando igual, pues le diré que si es mediocre, tonto, y de la media. No espere a que ocurra una calamidad para hacer algo. No espere a que llegue una enfermedad, y nos deje por el suelo para hacer algo, porque ahí será tarde.
Imagínese llega una pandemia de no sé que bicho y todos nos quedamos encerrados sin poder trabajar. La frase "no importa quién salga, tenemos que trabajar igual" no le va a servir de nada pues. Imagínese le deja el país a unos empresarios, esos que son dueños de las cosas que tiene, que usa, que necesita en una situación así, a quién cree que van a ayudar. Ahí no servirá ser de la media, porque nos daremos cuenta que solo era una fantasía. Que en realidad nunca tuvimos nada, todo era prestado. Le harán creer que incluso lo suyo, usted no lo merece o no lo puede usar correctamente. Intentarán que se endeude más, total, después usted pagará sagradamente. Y no solo porque es honrado, sino porque no quiere arriesgar a su familia a que lo pase mal.
Ya caballero, no le quito más tiempo. Yo me bajo en el siguiente paradero. Piense lo que le dije, piénselo todos, yo también lo pensaré otra vez. Dicen que la vida necesita gente valiente, esforzada, empeñosa, y sabe creo que si esa gente existiera, lucharía por no ser engañada otra vez. Pintaría el cuadro con los colores relucientes, quizás no será perfecto, ni el cuadro más bello, pero será como nosotros quisimos hacerlo, y se verá bonito solo porque lo hicimos nosotros, con nuestro trabajo.
Aquí, por favor. Buenas noches, y disculpe las molestias.
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