
Un rinoceronte cayó sobre mis piernas, desde entonces que no puedo mover mis dedos ni mi rodilla. Mi cabeza constantemente está siendo arrastrada por una aspiradora que no se ha limpiado nunca. Mis brazos como ejes de helicóptero no me resuelven los impulsos irascibles de mi ampulosa existencia. Si tomo un rumbo no esperes que siga el camino, me voy por mi simulado sendero para llegar a la zona cero de los crepúsculos adyacentes a mi recóndito pasado, a veces paralelo a la rutina diaria de vivir las horas con externa agonía.
Dejemos de llorar y consumamos este coctel que tengo para ti, la he preparado con afán sanador, porque un sueño de otra se vuelve una completa maqueta de irónicas palabras y actos sin sentidos. Quiero que seas mi actor en esta comedia de dosis tan relajantes y soñolientas.
A veces es mejor dormir en la abulia que en las pestañas de un ojo ciego.
1 comentario:
Y esas pastillas cuidadito que hacen daño si se toman muy seguido, ten cuidado con los animales...
fer
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