domingo, octubre 21

Noche de estrellas

La noche mágica, cuidad y mar. Que misteriosa es la noche.

El peligro de impulsos desenfrenados, de chistes limitados, de caricias trabajadas, de términos pensados con anticipación.


La ciudad...

Respiro tu perfume con sombras y luces intermitentes...

Estrellas y luces no bélicas...

No te guies por impulsos...
La razón
La razón...

La puta razón.

Ver


Mientras paseo, veo en el cielo nubes, de muchos colores, de formas extrañas, como algodón dulce o bruma de sueño.
Que más le puedo decir, las nubes son el mundo paralelo que las grandes civilizaciones buscaban y que yo encontré hoy.

lunes, octubre 15

Flubia

Un rinoceronte cayó sobre mis piernas, desde entonces que no puedo mover mis dedos ni mi rodilla. Mi cabeza constantemente está siendo arrastrada por una aspiradora que no se ha limpiado nunca. Mis brazos como ejes de helicóptero no me resuelven los impulsos irascibles de mi ampulosa existencia. Si tomo un rumbo no esperes que siga el camino, me voy por mi simulado sendero para llegar a la zona cero de los crepúsculos adyacentes a mi recóndito pasado, a veces paralelo a la rutina diaria de vivir las horas con externa agonía.
Dejemos de llorar y consumamos este coctel que tengo para ti, la he preparado con afán sanador, porque un sueño de otra se vuelve una completa maqueta de irónicas palabras y actos sin sentidos. Quiero que seas mi actor en esta comedia de dosis tan relajantes y soñolientas.
A veces es mejor dormir en la abulia que en las pestañas de un ojo ciego.

miércoles, octubre 10

Telaraña

Se consumía el cigarrillo en tu mano, y no quitabas la mirada de mi cara. Examinas todo y no dudas en hacerlo. Vi consumir la nostalgia desde tu puesto, y yo lo sentí desde el mío.

"Estamos solos, no hay nadie a pesar de la multitud", lo dijiste mirando el techo de la micro, en tono bajo, casi imperceptible; yo me preocupé de leer tus labios tenues o quizás de seguir tu crack mental.

Tú sentado allí, junto a la ventana, mirando de reojo, yo parada esperando que la luz de alguien o la suerte de alguno me llegue y me pueda sentar. Y en esta cuarta parada, tu asiento lateral se comenzó a enfriar cuando roce mi hombro izquierdo con el tuyo y el bus siguió su curso. Te quiero hablar, deseo hablar, necesito hablar, requiero contarme una historia banal sólo para que me escuches y me prestes un poco de atención. Te lo quiero respirar, y en aire aquí va:

"La otra vez recorrí en mi pieza los rincones de mi pared, buscaba quizás un reflejo opaco o la sombra de alguien que quizás no quise ver. Busque en le primero, y la ventana me daba su brillo. Seguí en la segunda punta y la sombra de mi cama lo tapaba todo, no tenía como llegar.
En el tercer punto, había una puerta bicolor que permanecía un poco junta para que pocos entraran, mi habitación es un lugar intimo... Sabes a que me refiero.

Cuando llegué al cuarto rincón, había libros desde la pared observándome y esperando que los tomara una vez más. Allí estaba una telaraña vieja, de historia, se veía triste, tan sola como nosotros en este bus. No quería remover nada, porque me daba miedo dañar a la pobre arañita que construyó eso. Me daba miedo porque quizás no sabía como quitarla, pero sentía la necesidad de moverla de allí, de arrancarla de raíz y que por un momento ese rincón quedara relativamente limpio, sé que al final igual se ensucia. Necesito limpiar ese rincón.

Con mucha delicadeza comencé de un extremo a remover lentamente si forzar a su destrucción. Así poco a poco limpiando, y viendo una nueva sombra. Cuando la telaraña había desaparecido vi en la sombra, tu cara. Me volteé y te vi aparecer diciéndome, por fin nuestro rincón secreto está limpio para hacer nuestra telaraña de historia.


Volvamos a empezar. Ahora sé que te bajas en la sexta parada, una antes que yo, y que ambos vimos el rincón, que tu sonrisa y mirada me contaron al pitazo del bus y a nuestro extraño adiós de detenida mirada.

Triatlón

 Mi cerebro está a punto de estallar. Me apresuro por ganar la carrera pero no me sé el camino.  Me alientan a llegar a la meta pero mis pas...