El Parque Inéz de Suárez

Eran dos niños en el Parque Inés de Suárez.. Cada uno de ellos jugaba de forma separada en cada uno de los extremos del parque, sin cruzar palabra alguna.  Creo que un par de veces se vieron, y tuvieron la intensión de invitarse a jugar, pero siempre habían más amigos con los que se podía entretener.

Un día la niña dejó de ir al parque, porque tenía que comprar cosas en el almacén de la vuelta, sin embargo pasaba por el parque, lo cruzaba para ver si algunos de sus antiguos amigos aparecía en su encuentro. Sin embargo ellos jugaban tan felices, que casi no notaban su presencia.  Pese a todo, ese niño que jugaba al otro extremo del parque, si la veía, a pesar de jugar todo el tiempo con sus amigos, la lograba ver y le intrigaba verla.

Un día nublado, cuando estaba a punto de llover, ambos niños se encontraron en el almacén. Ella ya no pasaba por el parque, él ya no se divertía jugando. Y bajo la necesidad enorme de desahogarse, ese día comenzaron a hablar.  Así pasaron la tarde, mientras tanto comenzó a llover, el frío era desagradable. Pero entre tanta conversación y momentos graciosos, ese frío casi no importaba.

Comenzaron a juntarse fuera del parque, para caminar a través de él para charlar y reírse juntos; también recordaban a sus amigos, y esas extrañas sensaciones del ayer, pero cada día de charla era menos importante el pasado y más valioso el presente.   Aprendieron a jugar juntos, a conversar de todo, a reír y a discutir.  A imaginar animales mágicos, y a sentir el agua en sus pies. Juntos comenzaron a cuidar a un perro callejero, y el Parque Inéz de Suárez comenzó a ser nuevamente amigable.  Incluso en los días de frío y lluvia, era agradable estar allí. Los días de calor, los disfrutaban bajo la sombra, y gozaban con el canto de los pájaros.

Los días de penas profundas, ambos se abrazan bajo el sol de verano, y aquellos días de mucha alegría lo celebran con un buen consomé de pollo.  Se invitan a sus casas para ver series divertidas, y se quedan juntos para esperar la mañana. Hablan de hacer una fortaleza donde poner sus juguetes, y de tener perros y gatos amigos. Hablan de cosas lindas y feas, pero todas adornadas con flores. Su fortaleza será en el Parque Inéz de Suárez, desde allí verán las estaciones del año pasar.

Ensimismada

El lugar más tranquilo olvidado por momentos de tanto ajetreo. Sin embargo acá puedo descargar las infinitas palabras que yacen frente a mis ojos y que no me dejan conciliar el sueño.

Las ventajas y desventajas de vivir ensimismada:

Ventajas

• No tienes la tarea de preocuparte por alguien 
• No tienes la necesidad de prestar interés 
• Puedes hacer tu vida tranquilamente preocupada 
• No hay que rendir cuentas a nadie más que ha ti. 
• Tienes tiempo para fijarte en tus propios problemas 
• Aprecias las cosas que te rodean físicamente
• Asumes que todo es más terrible para ti
• Tienes un humor simplista y superfluo.
• Tienes una cama para ti sola
• Te bañas sola todos los días
• Comes solo
• Te comprendes como a nadie
• Sueñas contigo.
• No necesitas sexo en pareja
• No gastas el tiempo el leer
• No necesitas arte
• Disfrutas mejor el frío y el calor
• Puedes conocer mejor como se ven tus ojos en el espejo
• El sol sale sólo para ti
• Te arreglas el día a día
• Te educas solo
• Tienes más papel higiénico
• El jabón dura más
• El shampoo y acondicionador duran más
• Las cuentas salen más baratas

Desventajas

• Piensas en otros como algo importante
• Cuidas y mides tus palabras
• Tienes que cocinar para más personas
• Tienes que escuchar a más personas
• Debes respetar las libertades y espacios del resto
• No puedes tirarte pedos con libertad
• Tienes que besar y abrazar a otros
• No buscas sólo tu propio placer sexual
• Tu cama la debes compartir
• Debes dar abrigo a otros
• Debes reconocer las miradas ajenas
• Debes hablar para el resto
• Debes leer para compartir ideas
• Debes ver arte para tener tema de conversación
• Piensas en los problemas de los otros y los tuyos son pequeños
• Debes ser empático
• Debes comprender el humor ajeno
• El jabón dura menos
• El agua sale más cara
• Los gastos son más elevados
• El papel higiénico se acaba cuando menos lo esperas
• Te educas con el resto de la misma forma
• Careces de frío y sobra el calor
• Aprendes a querer al resto.
• Disfrutas ricos tragos preparados por otros.  Te curas.

Puedes cuestionar cada hora de tu vida si es que vale la pena vivir en tu ombligo lleno de pelusas, o en tu cosmetiquero de marca respetada. Puedes trastornar tu mente pensado en lo que pierdes y ganas, al final del día la respuesta la encuentras al abrir tus ojos cada mañana.