martes, febrero 12

Sur

Tengo el sur que tanto soñé, y sin embargo esta lleno de un aire de muerte y frío.
Están los impulsos encerrados y solitarios dentro de cuartos de fogones.
No hay música ni baile que avive el lugar, el lugar que me cobija de noche pero que me resta el calor que intento construir sola, y que me despierta con nada.
Tengo mi corazón muerto de frío, muerto y sin sentido, muerto y llenando un espacio en blanco, aguardando una primera vez para partir.

domingo, febrero 3

Herramienta

Quisiera regalar alas a todos
regalar alas a quienes no pueden volar
a quienes no le enseñaron nunca
a quienes dejaron en jaulas al crecer.

Ofrendar quisiera, a las voces idas
a la voz silenciosa, un sonido
regalar palabras a quienes les escasean
porque sólo crecieron entre libros usados.

Despertar las manos, gustaría
para poder construir su camino
Para derribar muros
que el resto construyó para ellos

Pensamiento, hacer aparecer el pensamiento
la idea propia y viva,
aquella que no teme salir
aquella que fue reprimida por grandes.

Quisiera regalar todo eso y más
pero en mis manos sólo tengo una herramienta
con la que puedo hacer aparecer el resto;
la cuidaré para que no muera, como ya murió en el resto.

viernes, febrero 1

Peces Ahogados

Se encontró flotando entre nubes de agua, y observando como los peces se ahogaban en sus bolsillos. Se cuestiona pasos dados, y derrama una mirada amarga al paso cansado de un viejo sin brazo.

¿Por qué está allí?
¿Por qué atormenta mis días ese viejo manco?

Quizás cuando creo saber más cosas, descubro que dentro de toda mi simpleza, hay una complejidad creada por mi para mi propio fin.  Sin embargo, quizás ese viejo quiere mostrarme algo que frente a mis ojos no está. Quizás cuando ese viejo manco me habla de su vida, mientras todos escuchan ignorantes del sonido, debo replantearme, y darme cuenta que frente a todo lo que me atormenta, tengo la paz tan añorada.  Quizás debo ayudarlo, y ser su brazo. Quizás debo reírme de él, porque sólo así me reiré de mi mismo. Y porque riéndome de mi mismo, podré despertar de mi sueño profundo de comodidades y temores innecesarios.  Podré mirar al futuro y revivir a los peces muertos. Porque podré jugar a ser Dios, y reviviré a los muertos, a mis propios muertos, que dejé en el camino por miedo a quedarme atrás, o mejor dicho por avanzar por camino seguro.  Quizás ese día, encontraré a mis muertos más vivos que nunca. Quizás entre ellos estará el viejo manco diciéndome.

Uno no se imagina que pasa hasta que le pasa, y se debe aprender a vivir con eso. Pero disfrutando vivir lo vivido. Amándome sin mano. Inventando mi propia mano para avanzar.

Triatlón

 Mi cerebro está a punto de estallar. Me apresuro por ganar la carrera pero no me sé el camino.  Me alientan a llegar a la meta pero mis pas...