La noche es perfecta para un baño de recuerdos. Me he enfriado cuando mi sangre corre rápido, y he quedado detenida en el tiempo. Tengo aburrimiento que nace de algún lugar de mi, de mi interior o de mi sombra. Tengo rincones llenos de miedos que habían desaparecido, y temores a enfrentarlos como si fuera una niña de cinco años. Estoy paralizada, y cuando me muestro fuerte más quiero caer. Quisiera dejar todo atrás, volver a cuando estaba en la burbuja, donde no temía de mucho, y no sabia de nada. A veces quisiera aprender de nuevo y otras cosas, pero ya es tarde. Creo que el ciclo está volviendo a un núcleo, tal ves elefantes de agua están caminando por mi pieza, y un ave fénix se apaga lentamente. No queda nada de mi, solo un dibujo de mi inocencia y sueños.
Es que dibuje tantas veces lo que quería, que jamás vi nada cumplido, y me da pena. He pintado muchas caricaturas de mi idilio, y hasta ahora nada esta. Quisiera dibujar todo lo que tengo dentro de mi, y dejar que mi vida viva dentro de uno de ellos, donde un dibujo me acaricie sin malas intenciones, honestamente, sinceramente, puramente y como soy. Quiero volver a ser esa mujer que dibujaba y creaba historias, que soñaba con cosas imposibles, con sorpresas y besos escondidos.
Me extraño, mas que a nadie, porque no se donde quede, porque no se donde me dejaron, porque no se que queda de mi, que dejaron tirado por allí, que restos aparecerán. Porque me desconozco todos los días, porque a veces ni mi nombre recuerdo...Me extraño porque ni siquiera se cuando me perdí, pero se que ya no estoy. Me falto.
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