He

He amado hasta el descontrol e incluso perdí la cabeza de tanto querer.  Todo mi mundo tuvo otro color, y se llenó todo con su ser. He amado hasta la locura no saber rezar, de no creer en realidades y soñar lo mucho que puedo ser. Me vi tener mas fuerzas y saltar tan alto como pude. Escribí mis piezas más bellas y regué las plantas con mis llantos de pasión.  He amado hasta perder la razón de no sentir, y sin querer he perdió la noción el amor, porque en tus labios se quedó todo lo entregado.  He amado hasta el descontrol, y sin control alguno, te sigo amando.

Obsequio

Te regalo un beso en la mejilla y el recuerdo del contacto muscular. Te regalo apretones en mis muslos y memorias risueñas. Te regalo el sueño que tuve contigo semanas atrás y par de zapatos para que salgas de mis ojos. Te regalo los abrazos que no te alcancé a dar y la desilusión hecha pintura. Y mientras busco la solución que borra tus palabras, creo fragmentos de días de películas y recopilo la música que compartimos.  Te envuelvo todo en un montón de discusiones tontas y claros de luz que sólo me hicieron ver que tenía muchas cosas por entregar, pero entre tanto cambio de camino, tú perdiste las huellas de cariño que dejé.

De armadillo y Rosa

Ayer salí a pasear en mi armadillo, mis pies muletas, dejaron rastros en el asfalto seco de una costa desierta. Mientras el metro pasaba rondando las siluetas subterráneas, otros pocos gritaban de euforia palabras siniestras.  Mi armadillo seguía a mi lado. Creo que sobre volé la zona sublingual cuando se perdió mi impaciente pérdida. Y de la nada, la imagen transfigurada de la narración equivocada se acercó amenazante de cariño. Estoy en el sitio, mientras mi armadillo se deja domar.  Nos aventuramos en la noche de claros soles y ordenamos lo mismo de siempre.  Gestos de redención marcaban la nota exacta que darían los pasos luego de la magullada vicisitud.  Sabiendo perfecta mente la resonancia de los huesos, se adentraron los sesos en el algodón de azúcar que se encuentra después de la llave.  Reposado el cabello, las rimadas de los arboles gritaron lo que estaba pasando, y mientras el reloj volvía atrás, los pasos y el tiempo iban hacia adelante. Así pasaron los segundos de las horas mas largas  y plenas, y como en viejas postales quedaron las mejores impresiones.  Luego de repetir la filigrana, se escucharon burbujas y sutilezas bellas.  Luego tomé mi armadillo, las prendas que lo protegían y me fui a recorrer una vez más las costas secas del mar de asfalto.

La rata del cuarto

Quiero despertarme en una cama cualquiera con alguien desconocido que no sepa siquiera pronunciar correctamente mi nombre.  Quiero acostarme sin saber el mío.   Quiero que me diga cosas sucias al oido y que apreté mis brazos como si quisiera romperlos.  Quiero que me maltrate, que me de golpes en mis nalgas y que me trate como una cualquiera.   Quiero tener sexo desenfrenado sin ver su rostro. Quiero ensuciarme de su mierda. Quiero despojarme de la mía.  Quiero gritar de lujuria mientras las ratas pasan por el lado. Quiero hacer lo que me hacen sentir.


Puta... Puta... puta la hija que lo pario.

Juego de Flw

Cuando me proponen jugar algo a lo que no estoy acostumbrada a jugar siempre tengo dos opciones para comportarme.  Me resigno y dejo el juego a la mitad, o sigo en el camino, con marcha firme y logro el objetivo que me haya puesto.  Claramente no puedo responder de mis actos, y no puedo asegurar cuales sean, puedo ser honesta, perversa, dañina, pero jamás haré trampa.

Cuando la gente hace trampa, no te cuenta las reglas o no decide que jugar, suelo seguir mi juego, suelo hacerlo como un juego, darle la menor importancia y sólo terminar feliz.  Pero ¡demonios!....Este juego no era precisamente lo planeado... estoy pegada en la etapa y atada con un hilo ciego. Y como boba seguí, y como pendejo se muestra el ajeno.  Como amigos nos queremos tratar, pero gana el cuerpo y el cariño.  


Sólo sé que en los juegos todos pueden ganar o perder... pero me carga perder... No olvido que es un juego.