Ese día quería ir a ver a un amigo que vivía en Monjitas, cerca del metro Bellas Artes, iría con otro amigo, Marco. Ese día tuvo que trabajar Marco, y estuve en la disyuntiva de ir, pensé que sería una molestia, mi síndrome letal me atacaba.
Me consumió y perdí mi segunda oportunidad de verlo en otro escenario que no fuese la universidad. Ahora les paso a relatar quién es él.
Nicolás, o el "chico colombiano" como lo conocemos en mi circulo de amigos, hizo su aparición a inicios de año, en los subsuelos de la VIPRO o UTC INACAP, mientras él buscaba el sector de sonido, y nosotras, Marcela, Rocío y yo nos preparábamos para presentar un trabajo. Nuestras vestimentas eran bastante curiosas, bastante alejadas a nuestras realidades... o por lo menos realidades conocidas. Él pasó y nos sonrío, luego pasó de vuelta y nos preguntó con su cálido acento "donde queda coordinación de Ing. en Sonido" y nosotras respondimos al instante, señalando que era el lugar de donde venía, lo que buscaba. Al alejarse, comentamos sobre su agradable personalidad que ya se hacía notar.
Luego pasó de regreso y nos preguntó que estudiábamos, a lo que respondimos "teatro". A partir de ese momento cada vez que nos encontrábamos nos saludábamos tímidamente, pero luego esos saludos se volvieron más cariñosos y pasamos a entablar pequeñas conversaciones.
Recuerdo que un día de aquellos donde preferirías no existir, él me vio y luego de un abrazo dijo "te invito un café, cuando estes libre para charlar" y así a la hora de almuerzo nos juntamos y me preguntó por mi estado. Fue increíble esa charla, la primera charla prolongada, de información nutrida, cómoda y completamente gratificante que había tenido en la U. Desde un inicio, probé el Mocka, y me encantó, y descubrí que podía tener interesantes charlas con gente que no fuese de mi carrera, que había gente que pensaba más similar a mi de lo que yo creía, y que no temía contar algo mío a alguien desconocido, para mi no lo era. Después fuimos a ver una presentación de Clown, y me abrazó cálidamente, me dijo palabras que me reconfortaron.
Desde ese momento nos saludamos amistosamente, siempre molestándonos jajaja y burlándonos un poco del otro, pero sin olvidar cariño. Mas de alguna vez nos subimos el animo, y cada uno saludó al otro para su cumpleaños, (él pensaba que lo olvidaría, pero era lo que tenía más presente). Me presentó a su novia, que es lindísima y yo le presenté a mi mejor amigo, Marco, quién siempre se preguntó porque Nicolás no lo miraba a los ojos. Primero no se hablaban y luego se saludaban. Lo invité para ver una obra infantil donde actuaba, y me fue a ver, ese mismo día habíamos quedado de ir a su casa, nos había invitado (a Marko y a mi) durante esa semana, y llegado el momento, un maldito trabajo no nos dejó ir. Después estuvo desaparecido, y luego frío, callado, hermético, y me contó parte del motivo.
Luego me contó una triste noticia para mi, pero algo muy provechoso para él. Se iba de Chile, rumbo Francia, me dio lata saberlo, pero traté de no demostrárselo, lo felicité por viajar allá y le dije que quería ir así que me debía recibir, sé que es el lugar para él, así le comenté a mi madre, Chile le queda chico, porque su pensamiento llega más allá de lo banal que resulta a veces este país. Pero me da pena saber que no lo veré más, ni tendré su sonrisa, ni sus ojos brillantes y su personalidad para responder y vestirse. La otra vez, mientras me contaba los planes, y de lo difícil que se le hacía ir a ver otra obra que hacía, me invitó nuevamente a su departamento con Marko, pero Marko tuvo que trabajar y me dio cosa ir sola, pensé que molestaría. Así dejé pasar la ultima oportunidad de estar con un chico increíble con el que podía platicar mucho rato. Quizás es solo una impresión mía, pero nos llevamos bien.
Hoy me enteré que ya viajó y no me despedí de él. Tengo una extraña angustia.
Te quiero mucho Nicolás Rojas, "Chico Colombiano", quizás nunca te lo dije.
Miles de besos y abrazos
Mi energía positiva para ti.
Te encuentro maravilloso, ten todo el éxito que mereces, nos veremos por nuevos caminos
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