Los veranos siempre han sido similares, uno tras otro, tal vez por la monotonía o simplemente las tradiciones; uno siempre puede ver el lado del vaso que se prefiera. Pero nada es tan perpetuo como se cree, y se experimenta... se disfruta luego. Cuál es el error de la gente, de nosotros... es querer hacer de esa experiencia eterna, y para cuando ya la hemos vivido la quinta vez, no nos parece interesante; e incluso perdemos la razón del por qué se hacía al inicio.
En verano, se añora que el verano se aleje pronto por el abrumador calor, pero durante invierno, muchos desean que sólo llegue el verano para entibiar el cuerpo, o quizás algún rinconcito del alma. En verano, me puedo sentar en un banquito de la plaza más cercana, y mirar los pájaros cantar [o quizás refunfuñar por el calor] y en invierno, yo por lo menos, suelo sentarme en las noches para mirar por la ventana de la pieza de mi madre, hasta tarde [o temprano, de acuerdo a como se considere la madrugada] para ver llover, sentir el glip de las gotas, los rayos y truenos estremecer el piso e iluminar el suelo; o simplemente sentir, escuchar el silencio, sentir el olor a humedad, a lluvias que vendrán, y como es costumbre en mí... cuestionar lo que hago, preguntarme esto, y lo otro; destruir con especial elegancia sueños e ilusiones, y curarme yo misma de esas heridas que se empezaban a hacer.
Creo que para eso último, no me hace falta el invierno, ni la lluvia, ni los rayos o truenos; ni menos conquistas nuevas o promesas mandadas por radar. Me agrada hacerme dejar de soñar; y a la vez aborrezco eso de mi, ya que no me deja gritar o decir nada. Ahora... que veo que hacer siempre lo mismo aburre; mi nueva fórmula de "clic" y seguir al instinto, pero controlarlo por mi intuición, es algo similar a lo anterior [donde ocupaba la razón y la emoción] sólo que ahora tendrá nuevos resultados creo yo.
Este es... un texto extraño; no tuve conciencia de que lo escribía, pero en fin. Miles de cosas, y no dije mucho más de lo que sabia. Y al final marqué la pauta de lectura de mi mente actualmente: Realmente sentía unas ganas enormes de escribir poesía el martes; quería gritar lo que sentía, pero sólo podía recitarlo; y nadie escuchaba, y nadie prestaba atención; y no tuve tiempo para recordarla. Esta semana deje muchas cosas de lado, y mi alma está fatigada. Por fin sé porque estoy así.
1 comentario:
Gracias por decir que ''si'', el día que te pedí, si me podías ayudar a filmar el ejercicio.
Gracias a eso tengo el privilegio de que leer tus relatos y comentarios.
Dicen que las estrellas son luciérnagas que volaron muy, pero muy alto.
Puede ser que las veas desde la ventana de tu mamá.
Besos
Adios
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