El 9 de diciembre de 1821, se inaugura el Cementerio General.
*El 9 de diciembre de 2007, entró en la noche de la Ciudad de la Muerte buscando la sombra del muchacho, de un hombre que ayer se borró de la vida, que cambió su domicilio hasta la Ciudad de la Muerte.
Claudio, un hombre de 30 y algo años, de carácter cálido, acogedor y siempre allí, pendiente de todo y todos, siempre presente. Era delgado, pero bien formado, de linda figura. Pelo rizado en menor grado, de predominante color mate en la piel y de poderosa sonrisa.
Ese día salió de su casa para ayudar a un amigo que necesitaba de sus conocimientos, era una mañana fría, de escarcha y agua en el piso completamente congelada. Debía caminar hasta el paradero, de allí tomar la G14 y llegar a la próxima estación de Metro.
Bajó del bus y caminó un poco para encontrar una tienda abierta donde vendieran galletas, esa mañana no tomó desayuno, y su estomago reclamaba. "Morocha" fue la galleta elegida, 150 pesos, y el alimento en sus manos.
Su tarjeta marcó la pasada para llegar al anden donde, sorprendentemente iba poca gente. Miró, buscó alguna mirada que lo acompañara, y encontró la mía. Nos miramos como si me conociera, me sonrió y le respondí. Así pasamos todo el viaje, mirando de reojo, sonriendo y guardando el silencio como intimidad.
Bajó del carro, y se fue al paradero, tomaría la 505 para llegar al destino. De fondo, se acercaba el micro a toda velocidad, sin freno alguno, como una bestia animal. El hambre seguía en el estomago de Claudio. Directo al paradero, la 505 se incrustó.
Entre los fierros retorcidos, cuatro víctimas fatales, un conductor con múltiples heridas, pasajeros en consternación, y la policía en camino.
Una ambulancia cerca, los paramédicos buscando la forma de salvarlos, los carabineros viendo las identificaciones: Carmen, Horacio, Jazmín y Claudina. Cuatro personas que intentaron llegar. Claudio observó todo desde la esquina donde vendían golosinas. Siguió su camino hasta el próximo paradero, el piso resbaloso era evidente, quizás demasiado para ser cauteloso. Bajó a la calle, paso mal dado, resbaló. Golpe certero en la cabeza.
Marcha fúnebre de fondo. Claudio muere el 14 de septiembre de 2007.
*Y siguió buscando otras personas con quien hablar.
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