La gente es ridícula. Hasta hace algunos años, creía en el amor sacrificado y lleno de dolor, pero el ser humano demuestra que ama sólo lo que cree merecer. Sin embargo, los humanos creen querer lo que menos pueden aspirar.
Lo pongo el palabras claras. Amé o creí amar a un joven de aspecto gentil pero con una personalidad hecha tormenta. Era de aquellos que destruyen a su paso y manipula a quienes dice querer para obtener el resultado que espera. Sin embargo me tomó años darme cuenta de la mierda en la estaba y lo errada que estaba en creer que era eso lo que merecía. Viajes de ida y vuelta, pérdidas de tiempo con un ser que antes me producía asco y que ahora sólo su recuerdo me causa algo de pena, porque nunca abrió los ojos ni verá la realidad, más allá de la distorsión.
Me resulta importante compartir esto, porque cuando la gente se revuelca en la mierda, no sólo se ensucia tu ropa sino tu interior se infecta de todo lo que está dentro de la mierda, todo está en tu cuerpo dentro de él intentando recobrar fuerzas de la nada para reinar. Porque creer que mereces poco es tan falso como todo lo que te hacen creer.
Porque no basta con encontrar a la persona adecuada sino también en reencontrarte a ti misma, y saber que mañana puedes volver a ser tu.
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