Crearme

Sólos y justos, gobernamos el virreinato del deseo.

Latente, vigilada y algo adormecida, marca los pasos del sol.

Mi reino es mio, es de mi propiedad y no pienso en compartirlo con alguien.

Negada, mi pueblo se negó a todo lo ofrecido.

Que venga el mejor postor.

Gobierna este piso fugitivo.

Cúbreme de Litio y Cobre.

Vuélveme chilena como los rincones perdidos del sur de Chile.

Cúbreme de agua salada. Adorna mi cabello con corales de Juan Fernández.

Lléname de temperaturas cambiantes. Hazme ser el norte y el sur de Chile.

Límpiame del esmog Santiaguino y llena mis pulmones de tu respiración.

Hazme chilena como nadie lo ha sido, y búscame cuando muera la luz el oeste.

Inicio de Mía

A veces pone en pausa el reloj para ver un poco que dentro de mucho, nada de lo que hoy tiene será igual. Lo hace para no arrepentirse luego, de no haber llenado esos espacios carentes de emociones, y decir más tarde "que ganas de haber ...".

Mía, la menor de la familia, era de cara pálida y algo enfermiza.  Vivía encerrada porque sufría de fotofobia y problemas respiratorios. Vive encerrada porque cada partícula que puede respirar afuera le puede hacer daño. Le podría destruir los pulmones y pulverizar la piel....


22 de Agosto...

De esas que huele mal

Es extraño leer y analizar palabras podridas que huelen a estiércol. Lo insólito de esto es que al recordar la postura y forma física de él, me pregunté que será de él, en esta vida tan bien construida.
Cuán miserable puede ser el hombre que se esconde tras la cortina de falso galán y hombre bonachón. Creo que de allí proviene esa podredumbre a la que me refiero, al ver su imagen una vez más y completarla con sus letras vacías y sin alma, es cuando por fin comprendo lo miserable que es el hombre que se esconde tras la agresión más sublime y bien construida, como se camufla bien el moretón dejado, como te retuerce el cerebro y te hace ver animales deformes.  Como el hombre miserables se esfuerza al mínimo por ser miserable y sin embargo siempre es aún peor. Y ver que se llenó todo de bizarros recuerdos, más frustra la idea de creer que algo bueno quedó de todo esto.  Y es que la miserable vida que tuve la gocé al máximo, pero no fuimos cortados por la misma tijera.
El hombre miserable se encargará de hacer miserable a más personas, mientras todo se llena de mal olor a su al rededor. Lo simpático es saber que tiene nombre, y que viva entre tantos que son de belleza singular.

"Probablemente no ..."  Que "original"