martes, septiembre 7

Fuerza de nacimiento

Nace desde la fuerza de mis entrañas el pasado del marcador marchito, con la sangre envolviendo cada vértebra, veo la nostalgia que envuelve la tarde. Cuando veo lo ancho del mundo en tu ausencia, siento que el mundo no basta para llenar el vacío, y sin embargo el universo se muestra contemplativo ante nosotros.

Estoy arraigada a un pueblo enajenado, completamente dormido y carente de suspicacias, mientras prometen amores, otros ofrecen vivir del sentimiento, siendo que ya nada de eso hay en el mundo...

La carencia se llena de nombres, conceptos, palabras, ideas, cosas sin importancia, mientras yo aprendo a llenar de sentido todo lo que en mi pasa. Más no rasguñes el papel de conejos que juntamos el otro día, no rasgues las ranas que contamos en la máquina de sueño y no más la caricatura de los aparecidos, porque en la metástasis de este sueño he logrado encontrar caminos insospechados, donde nada parece tener forma, y carezco de comprensión.

M E I N Y E C T O C O C A C O LA Y U N A G R A N C A N T I D A D D E A J I.


Estoy ardiendo en llamas, mientras llamas en tu memoria a mis venas marcadas, proyecto tu grito y me hago sorda. Contemplo tu mano y dejo de oler... malgasto mi lengua y me vuelvo ciega... Me muero y vuelvo a renacer... Con la presencia son Ave Fenix.... No hay adiós.

1 comentario:

manuel dijo...

que sucede tras los cambiantes cortinajes de los telones de tu mirada? la distancia toma caracter de olvido tras mi alejamiento de la universidad... pero siempre recuerdo cuando bailabas con las melodias que tocaba yo en un metro solitario, o cuando de lejos no te reconocía y parecías una desconocida que venía a saludarme con un largo y colorido sombrero...
he vuelto por esos lugares pero te busco y no te encuentro... chica gemenis; estamos atados al mismo destino de temporalidad, todos y cada uno... guarda el perfume de la felicidad vivida, como un aire que se filtra desde otro mundo más digno... quiero verte con tus gestos de niña de cinco años, ojalá que el destino haga algo.
saludos.

Manu.

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