Ese silencio que disfruté

...Mientras me ahogaba de pena, él se quedó estático, sin saber que hacer. Durante unos minutos, se asocio a mi problema, luego tomó la distancia que requería y me abrazó. Callados, permanecimos mucho tiempo así... Creo que fueron las mejores palabras que me pudieron decir.

Estuve sentada bajo un árbol, mientras llovía. Hizo falta menos luz, y sobró una llamada. Mientras me mojaba, vi su cara, y mis ganas de gritar por un flotador no supieron salir. Subí a su piso y le pedí que habláramos. Me puse a llorar, boté lo que me tenía así... y mientras me ahogaba de pena...


Lo malo de contar tus problemas, el que el resto se asocia a ellos, sin ver más allá de lo que ocurre. No quiero contarle a la gente cosas por las que se sienten aludidos. El problema lo tengo yo.

Gracias por el silencio. Los abrazos... el apoyo que necesito.