Esa mujer es, como un mapa de mecanismos raros. Está cubierta por un halo de luz azulada, que a ratos es media rojiza y se mezcla con su maravilloso pelo. Está desnuda, expuesta a cualquier daño. A su alrededor muchos ojos están sobre ella, la observa, la rasgan paulatinamente, pero ella sigue allí para aguantar los golpes.
Se baña con hojas de otoño y recorre su pequeña jaula sobre un elefante blanco. Ella es pálida como el animal, es pura, es inocente, es maligna. Está sobre su cabeza, un carrusel que gira descontroladamente, como una turbina de metales precioso, ella no puedo inclinarse ni mirar al cielo. No controla su mano derecha y se duerme a menudo su pie izquierdo.
Ella tienes ojos radiantes, verdes y grises, a veces son casi blancos, y luego de un negro profundo. Su pelo rojizo parece que flotara en agua, y sus movimientos son tan armónicos que hacen que te enamores de ella. Me encanta esa mujer con pechos pequeños y de cuerpo maleable. De curvas precisas y cabellera larga.
Tiene uñas largas, finas y largas. Brillan por si solas, y sus manos parecen de porcelana. Sus ojos son tan distinguibles, tiene pestañas crespas y muy insinuadas, es perfecta. Es maldita y perfecta. Su respiración es como el eco de una fosa, algo perdida. Y su voz, suave, como canto armónico. Esa mujer puede hacer el amor como ninguna y todas ellas juntas. Ella es una mujer de sueños... perfecta, reservada, alegre, comprensiva, segura, amante, compañera...ella es quién me dejará sola.