Proceso

Somos un constante proceso que de desarrolla en los rincones de una casa. Somos el proceso indeseado a veces de los caminos mas fáciles a lo complejo.

A veces somos un proceso que pocos comprendemos, y por lo mismo pocas veces logramos concluir. Somos a veces lo que no deseamos ser por intentar no mostrar eso que nos daña. Somos un reflejo del otro como resultado de lo que no nos gusta, y en eso permanecemos en el tiempo. Tratamos de remediar cosas que para algunos no significa nada, pero que para nosotros es una verdadera proeza. Y nos quedamos ahí, pegados, intentando salir de un hoyo en el que nosotros mismo decidimos entrar.

¿Quién dijo que eras de tal y tal forma?

Intentamos creer algo que no somos para simplemente darle un poco de acción a la vida, de quizás darle matices, de darle formas y reírnos y sufrir un poco por ello. Porque somos tan humanos, que a veces parecemos animales. Somos lo que de acuerdo al estilo no correspondemos, somos lo opuesto y por lo mismo iguales al resto. Porque juramos, creemos ciegamente, que ser diferentes nos hace especiales, más una pantalla de bruma no cubrirá por siempre el horizonte marítimo.


El proceso de la vida es como hacer de la vida un proceso, y en eso nos pasamos la vida. Creyendo que vivimos por vivir, por amar, por creer. Y si vivimos por un sentido lógico de proceso evolutivo, cambiará nuestra concepción... ¿Lo hará?

A veces creemos que leemos todo de una persona, que somos expertos en adivinar lo que él otro siente, pero siempre erramos en eso, siempre damos el mal paso y nos caemos, y nos llenamos de lodo y basura. Porque vivimos en un basural eterno, un basural que no tiene fin. En algo que nosotros mismo creamos, y que por lógica negamos que existe.

Se verá más allá de la bruma mañana, eso creo. Se verá quizás un horizonte de olas burbujeantes con el viento soplando en la cara. Quizás se verá un cerro de basura humana, desperdicios de esta ciudad. Quizás veré luces nocturnas de la ciudad de Santiago. Quizás veré la Cordillera de los Andes con su cima nevada. O tal vez me encuentre mañana en Florianapolis, tratando de descansar un poco, de relajarme y de borrar algo malo que ayer divisé entre la bruma que yo misma diseñé.

Los procesos me gustan, porque jamás asumo que estoy en uno hasta que lo termino.